EL ESTRÉS PODRÍA ENVEJECER NUESTRO CEREBRO PREMATURAMENTE
De sobra es conocido por todos que el estrés no es un buen compañero de vida, pero conforme avanzan las investigaciones, aparecen nuevas consecuencias a cuál de ellas más nefasta. En este caso, el blanco es nuestro cerebro, el cuál puede envejecer prematuramente como consecuencia de la exposición a episodios de estrés.
Todos somos conscientes de que el estrés no aporta nada positivo a nuestras vidas, pero ahora una nueva investigación revela que también hace que nuestro cerebro envejezca.
Expertos liderados por un equipo de la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin descubrieron que las experiencias estresantes pueden hacer que el cerebro envejezca varios años. Incluso una situación estresante significativa sufrida durante la infancia puede afectar la salud cerebral a largo plazo.
El equipo analizó los datos de 1.320 personas, quienes revelaron sus experiencias más estresantes y se sometieron a una serie de pruebas para evaluar áreas como el pensamiento y la memoria.
El grupo estuvo compuesto por personas con una edad promedio de 58 años, de las cuales 1.232 eran caucásicas y 82 afroamericanas. Entre las experiencias estresantes se incluyeron situaciones como perder el trabajo, la muerte de un hijo pequeño, divorciarse o haber crecido con un padre dependiente del alcohol o las drogas.
Los exámenes neuropsicológicos evaluaron diferentes esferas incluyendo cuatro áreas de la memoria: memoria inmediata, aprendizaje y memoria verbal, aprendizaje y memoria visual y recuerdo. Los resultados mostraron que haber vivido situaciones estresantes de forma reiterada estaba relacionado con un peor desarrollo cognitivo a largo plazo.
Expertos liderados por un equipo de la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin descubrieron que las experiencias estresantes pueden hacer que el cerebro envejezca varios años. Incluso una situación estresante significativa sufrida durante la infancia puede afectar la salud cerebral a largo plazo.
El equipo analizó los datos de 1.320 personas, quienes revelaron sus experiencias más estresantes y se sometieron a una serie de pruebas para evaluar áreas como el pensamiento y la memoria.
El grupo estuvo compuesto por personas con una edad promedio de 58 años, de las cuales 1.232 eran caucásicas y 82 afroamericanas. Entre las experiencias estresantes se incluyeron situaciones como perder el trabajo, la muerte de un hijo pequeño, divorciarse o haber crecido con un padre dependiente del alcohol o las drogas.
Los exámenes neuropsicológicos evaluaron diferentes esferas incluyendo cuatro áreas de la memoria: memoria inmediata, aprendizaje y memoria verbal, aprendizaje y memoria visual y recuerdo. Los resultados mostraron que haber vivido situaciones estresantes de forma reiterada estaba relacionado con un peor desarrollo cognitivo a largo plazo
Al analizar el grupo de personas afroamericanas, el equipo encontró que, en comparación con las personas caucásicas, estas habían experimentado un 60% más de situaciones estresantes a lo largo de sus vidas.
Asimismo, los investigadores revelaron que entre los afroamericanos cada experiencia estresante equivalía a aproximadamente cuatro años de envejecimiento cognitivo.
El estudio fue presentado en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer en Londres.
La doctora María Carrillo, directora científica de la Asociación de Alzheimer, comentó: “Los acontecimientos estresantes en los que se enfocaban los investigadores eran muy diversos, desde la muerte de uno de los padres, haber sido víctima de abusos, perder el trabajo o la casa, ser pobre, haber vivido en un barrio desfavorecido o haberse divorciado”.
Para algunos niños incluso cambiar de escuela puede considerarse como un evento estresante, explicó.
El doctor Doug Brown, director de investigación y desarrollo de la Sociedad de Alzheimer, comentó: “Sabemos que el estrés prolongado puede afectar nuestra salud, por lo que no nos sorprende que este estudio revele que las situaciones estresantes también afectan nuestra memoria y pensamiento a largo plazo”.
“Sin embargo, hace falta determinar si estos eventos estresantes pueden conducir a un mayor riesgo de padecer demencia. Estudiar los efectos reales del estrés es una tarea compleja. Es difícil separarlo del influjo de otras condiciones como la ansiedad y la depresión, que también se cree que contribuyen al riesgo de demencia”.
Artículo extraído de la url: https://goo.gl/oiUzdK
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