La innovación, la motivación y el ánimo deben ir siempre unidos
Motivación más Creatividad equivale a Innovación.
Esta es la fórmula mediante la cual es posible orientar una organización hacia la innovación. La experiencia nos enseña que en general, cuando hallamos gente creativa, dispuesta a cuestionar todo por principio, casi siempre está desmotivada, sea porque su trabajo no le supone ningún nuevo reto personal al que dedicarse, sea porque el ambiente a las condiciones laborales, o las relaciones con su jefe,… son poco incentivadoras.
Es realmente difícil hallar entornos creativos y al tiempo motivados. El camino más corto para orientar a la unidad en la dirección de la innovación es por tanto la MOTIVACIÓN.
Dice Juan Luis Urcola, que dentro de las tareas del directivo o responsable de una unidad (“Hacer HACER”; es decir hacer que otros cumplan con los cometidos asignados), lo más importante es la Motivación. Cuando asistí a su curso, confieso que asociaba la motivación con aspectos positivos, con creación de un entorno o condiciones apropiadas en las que el personal actuara respondiendo a incentivos positivos. Aprendí que además de ello (es decir, de utilizar lo que pudiéramos llamar “la zanahoria”) motivar tiene que ver también con “el palo”; con provocar la acción de las personas, aunque sea utilizando aspectos referidos a consecuencias negativas para las personas en caso de no actuar en la dirección marcada por el responsable.
La INNOVACIÓN ha de comenzar con la MOTIVACIÓN. Esto me lleva a pensar que sí es posible crear entorno innovadores en la empresa, pero que esto no sucede por generación espontánea o por la concurrencia casual de un conjunto de circunstancias, sino que, como decía Picasso “la inspiración ha de pillarnos trabajando”; en este caso equivaldría a que las CONDICIONES PARA QUE SE DESENCADENE UN PROCESO INNOVADOR HAN DE SER CREADAS DE MANERA VOLUNTARIA Y EXPRESA, a base de trabajar en pos de ese objetivo. Luego ES VERDAD QUE HAY MÉTODO PARA SER INNOVADOR, que surge de la SISTEMATIZACIÓN de la innovación (al igual que cualquier otro proceso empresarial).
“Cuanto más busque la motivación por diseño y más practique la motivación por encargo, más probable será que se dé perfecta cuenta cuando llegue la motivación por placer
Ello nos lleva a la segunda idea sobre la de que la mayoría de las empresas quieren ser innovadoras, pero pocas hacen el esfuerzo adecuado.
En este sentido creo que las empresas y las personas tenemos claras concordancias. Porque, siendo sinceros, ¿a quien no le gustaría obtener lograr y éxitos en el plano personal,… sin apenas esfuerzo, en lugar del trabajo constante y orientado hacia el mismo? ¿Quién está dispuesto a recorrer el camino más largo, cuando se puede llegar al objetivo final mediante un atajo?
Pero puede que la falta de logros en el camino hacia una organización innovadora resida no sólo en no realizar los esfuerzos apropiados, sino por el contrario, en caso de hacerlos, de ejecutarlos de la manera apropiada.
¿Cuáles serían los ámbitos en los que llevar a cabo los esfuerzos en una organización empresarial para orientar a la innovación?
- Animo
- Actitud
- Mecanismos
- Medición
- Impulso
Para motivar la creatividad y la innovación, se precisa cambiar el ánimo de las personas y por agregación el de la organización. Se sabe que el ánimo puede afectar directamente a la creatividad y a la motivación y por extensión a la innovación.
Yo no conozco ninguna regla específica para determinar el estado de ánimo de una persona en un determinado momento. Simplemente se sabe si el momento para hacer algo es el apropiado o no. A mí por ejemplo me cuesta mucho ir de compras, siempre remoloneo y como excusa digo “hoy no tengo cuerpo para ir de compras”; ahora bien el día en que me entra la “inspiración” (es decir me cambia el ánimo) entonces ¡hay que frenarme!, mejor dicho lo hace la tarjeta de crédito.
Si ya de por sí resulta complicado propiciar la innovación, lo es en mucha mayor medida cuando el ánimo colectivo, o sea el clima laboral, las relaciones entre compañeros, no propician el “roce” de ideas, no hay lugares de encuentro (se habla de la “hora del café” como la “hora de la innovación” por ejemplo) que los faciliten,…
Con la llegada de un nuevo entrenador a los equipos de fútbol, normalmente el rendimiento de éste cambie sustancialmente y, generalmente, el cambio es a mejor. Todo ello pese a contar con la misma plantilla, los mismos jugadores, instalaciones equipo directivo y organización. Sin embargo, es un momento propicio para el cambio, para dejar atrás las “etiquetas” que cada jugador pudiera tener a los ojos del antiguo entrenador:“cree que soy muy lento o que no voy bien de cabeza, o que me llevo mal con el medio volante,…”
Con el nuevo equipo directivo (entrenador) se abre la oportunidad de liberarme de los lastres personales, de demostrar al nuevo lo que valgo, seguramente tendré más oportunidades de jugar más minutos,… son solo algunas de las reflexiones que pueden disparar el Ánimos colectivo de un equipo. Análogas consideraciones son extensibles también a los equipos profesionales.
“Las acciones que repetimos una y otra vez mientras trabajamos se convierten en rituales. Y esos rituales juegan a favor o en contra de la motivación y la creatividad”
En mi experiencia, además es muy importante ayudar a que ese cambio de ánimo, se contagie, como si fuera un virus que afecta a toda o mayor parte de la organización. Es decir que todo el mundo participe de la euforia que supone un cambio de dirección y trate de posicionarse y busque nuevas oportunidades. De ahí que por regla general, lo contrario, es decir el desánimo, la falta de ilusión, se halle más fácilmente en aquellas organizaciones con equipos directivos vitalicios, sin rotación, con personas que ocupan el mismo cargo y las mismas funciones durante años y años (¡Seguro que vosotros también estáis pensando lo mismo que yo!) y os viene a la cabeza numerosos ejemplos de personas que se perpetúan en el cargo y son el máximo enemigo de la innovación.
Además de lo expuesto, la cuestión clave referida al Ánimo es ¿Cómo se puede ayudar a cambiar el ánimo de una organización?
Seguro que habrá muchas formas de hacerlo. A cada uno, llegado el momento se le ocurrirán distintas soluciones. Hay casos en que se pretende generar un cierto Desconcierto de forma consciente, cambiando el entorno donde desarrollar las reuniones de reflexión y lanzamiento del proyecto, organizando eventos colectivos, etc. En otras ocasiones, se trata de provocar a la gente con cuestiones incisivas acerca de su cometido y desempeño del mismo en la organización. ¿Cuándo fue la última vez que tuvisteis una iniciativa plausible? ¿y rentable?
Animo!!!
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